Creadas en China entre 1850 y 1965, las imágenes multicolores retoman motivos de la suerte, así como temas mitológicos, históricos y literarios de la cultura china. Durante la implementación, los artistas, en su mayoría anónimos, también se centraron en la vida cotidiana de las personas y, por lo tanto, ilustraron las preferencias sociales y los cambios en las imágenes detrás del vidrio.

La técnica de pintura de vidrio invertida, desarrollada originalmente en Europa, llegó a China hace unos 300 años. Debido a su naturaleza textual, el vidrio se convirtió en una popular superficie pictórica para la puesta en escena del color y la luz. Las aproximadamente 80 obras de la exposición también representan una transferencia cultural, un entrelazamiento complejo de Oriente y Occidente. En la exposición, las pinturas abstractas en vidrio invertido del artista contemporáneo Kurt Baumfeld cierran la brecha hacia el siglo XXI.